Cúcuta es zona fronteriza y su gastronomía se nutre de la tradición de los Santanderes y de la vecina Venezuela. Platos tradicionales como el pastel de garbanzo; las variedades de arroz con pollo, con carne, arveja y yuca; el mute; la sopa de carne de cerdo, maíz, papa y garbanzos y la papa rellena, hacen parte del menú tradicional de la región.
El cabrito, que se come asado o cocido, al igual que la pepitoria de cabrito, es parte fundamental también de la mesa cucuteña, al igual que las morcillas, caracterizadas por llevar arroz.
Las hallacas son igualmente un placer que se comparte con Venezuela. Hechas de masa de harina de maíz sazonada con caldo de gallina o de pollo, se rellena con un guiso de carne de res, cerdo y gallina o pollo, aceitunas, uvas pasas, alcaparras, pimentón y cebolla.
Cúcuta es igualmente dulce: los cortados de leche de cabra, los arrastrados, el dulce combinado y las solteritas son infaltables para probar en la buena cocina local.